BARRANCO DE FURCO

El Cebollar y Salto del Carpín es un descenso que me llamaba la atención desde hacía mucho tiempo, pero que por unas cosas u otras (falta de cuerdas, falta de agua, falta de ganas de los compañeros de descensos...) siempre se quedaba en el tintero. Finalmente, este viernes pude tacharlo de la lista de cuentas pendientes, aunque antes aprovechamos para hacer otras cosas.

Anaïs y yo salimos hacia Broto el jueves temprano, pero después de parar en Aínsa para comprar algunas cosas, llegamos demasiado tarde como para descender Lapazosa, que era la idea inicial. Para aprovechar la tarde decidimos bajar el Furco, un barranco tan corto como bonito, excavado en flysch, y situado apenas a un kilómetro del albergue A Borda Felices, donde nos alojamos (totalmente recomendado).

Partiendo de Broto por la N-260 en dirección a Fiscal y Aínsa, y más o menos a la altura de la señal de fin de poblado, veremos el puente de nuestro descenso. Justo antes, a la izquierda, hay un espacio donde dejar el coche. Debemos seguir a pie por la carretera hasta encontrar el sendero GR-15 en dirección a Buesa y Fanlo, que nos llevará hasta la carretera que sube a Buesa. Subiremos por ella hasta tomar una pista a la izquierda (indicada con pintura en una roca), que nos subirá hasta la presa de hormigón donde empieza el descenso. A fecha de hoy la carretera a Buesa está en obras, y debe pasarse entre la maquinaria y las nubes de polvo que levantan...


















Como decimos, el descenso se inicia en una presa: podemos empezar rapelando desde la boca de salida de la misma, o bien bajar hasta su base y rapelar desde el final del pasamanos que hay a la izquierda (22m).

















Tras él viene otro más corto, de 9 metros. Luego se avanza por un pasillo con algunos resaltes, flanqueados por una vegetación exhuberante.







































Acto seguido llegamos a una nueva cascada que puede superarse rapelando (13m), haciendo tobogán por la izquierda, o saltando desde el final de la repisa derecha (7m). Esta última fue nuestra opción.

















Sin darnos cuenta, ya hemos llegado al tramo final del descenso: un último rápel de 20 metros, unos bloques y un tobogán son los últimos pasos a superar. En total, el descenso nos habrá llevado entre una hora y una hora y media.












































Ya sólo nos queda continuar por el cauce hasta ver unos bloques a nuestra derecha. Por ellos, saldremos al aparcamiento inmediatamente.